MUSEO Y TIENDA DE ARTESANÍAS FOLKLORE OLGA FISCH

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Localización
Caamaño y Av. Colon.

Descripción
TIENDA
Olga Fisch comenzó a trabajar con el arte Ecuatoriano en todo el país junto a los artesanos para perfeccionar sus expresiones artísticas por lo que la brecha entre el arte popular y las bellas artes tradicionales podrían estar relacionados. Hoy en día la tienda se ha convertido en un referente en cuanto a tiendas de artesanías, manteniendo sus líneas de productos exclusivas y de creación propia, con más de 1000 proveedores a nivel Nacional con productos sustentables y totalmente ecuatorianos.
La tienda principal incluye una visita al museo, donde podrán apreciar piezas únicas que pertenecían a la colección personal de la Sra. Olga Fisch, espacio mágico lleno de historia.
Eso solo en la primera sala, pues también están en exhibición una pequeña pero representativa muestra de arte colonial de la Escuela Quiteña y otra de arte popular, que incluye piezas como mantones y trajes de danzantes, una gran variedad de ponchos y los singulares tambores de Tigua, con sus coloridos paisajes pintados sobre cuero.
MUSEO
El museo se sustenta únicamente gracias a los fondos que se tramitan a través de una fundación familiar y forma parte del almacén, que está abierto permanentemente al público.
La influencia de las piezas arqueológicas se sigue percibiendo en las artesanías que se exponen en la tienda y parece que su presencia ha logrado traspasar los siglos para fluir de las manos de los artesanos.
Según Margara Anhalzer, quien administra el museo, la exhibición de las piezas responde a un afán de rescatar la autoestima de los ecuatorianos mediante la concienciación con respecto a nuestros valores: el Ecuador ha sido tierra de creadores desde hace 3 000 años
La colección ha sido recogida por la familia Anhalzer Valdiviezo durante los últimos 35 años y todas las piezas se encuentran registradas y patrinomiadas. Muchos de los diseños de las piezas precolombinas sirvieron de inspiración a las creaciones de la diseñadora Olga Fisch, una de las reformadoras del arte popular en el Ecuador.
En el museo encontramos, en la primera sala, piezas de diferentes culturas prehispánicas como:
Chorrera: localizado sobre todo en las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas del norte. Su cerámica alcanzó un nivel alto de perfección. Ellos trabajaron con arcillas escogidas con las cuales ellos alcanzaron superficies delgadas, finas y sumamente pulidas con decoraciones multicoloreadas. Con el Chorrera encontramos una diversidad de contenedores como bolos y platos, cuyas decoraciones reflejan el nivel alto de tecnología que ellos alcanzaron. Por ejemplo, ellos aplicaron la pintura iridiscente con la cual ellos alcanzaron el diamante brillante y superficies opacas negras.
Guangala: Los vestigios de esta cultura son encontrados a lo largo de la costa en las provincias de Guayas y Manabí del sur. Su cerámica delicada fue hecha en formas diversas y colores, incluyendo negro, cano, y una gama de comunistas. La figura humana tenía la gran importancia para esta cultura. Los hombres y mujeres con frecuencia se levantan, arrodillarse, o la sesión con una actitud solemne, la sugestión algún tipo de adoración o el culto religioso. Hay perforaciones en los oídos y la nariz que seguramente se relacionan con las decoraciones corporales que ellos usaron. La deformación craneal era otra costumbre relacionado con la decoración del cuerpo. Allí existe una abundancia de contenedores hechos de cáscara para sostener llipta, una sustancia alcalina con la cual ellos mezclaron la coca para la masticación, otra tradición ceremonial.
Valdivia: Localizado en Guayas y Manabí en el norte, y sus vestigios alcanzaron la Provincia el Oro al sur. Esto era uno de los primeros establecimientos humanos para integrar la agricultura en la vida diaria, los productos de cual constituyeron una parte importante de la dieta de la población. Estos productos fueron complementados con la caza, la pesca y la colección de verduras y moluscos. Algunos habitantes vivieron en centros populosos mientras los otros fueron dispersados en todas partes del campo. Para la construcción de sus casas ellos aprovecharon la vegetación que los rodeó. Los habitantes de Valdivia eran los primeros grupos humanos en lo que es ahora Ecuador para desarrollar la cerámica, los ejemplos de cual han sido encontrados en múltiples formas. Ellos emplearon una técnica de unir los rollos de arcilla por la cual ellos alcanzaron.
Venus de Valdivia: estas figuras reproducen el cuerpo femenino y son encontradas en abundancia entre los restos de la cultura Valdivia, sugiriendo que sus habitantes desarrollaran algún tipo de ritual relacionado con la fertilidad en la cual Venus jugó un papel importante.
Puruhá: Esta cultura habitó la provincia de día presente de Chimborazo en Andes centrales ecuatorianos. Su herencia material es encontrada en particular en pedazos de cerámica para el 24 empleo diario, platillos con altos pies decorados en blanco y rojo. Algunas tazas representan la cabeza humana. Hay una abundancia de jarras con lo cual son representados y adornados por pendientes y collares. El resto del cuerpo es reproducido sobre el vientre de la pieza, se usó las pequeñas cuerdas de arcilla para hacer los diseños de armas y manos.
Jama Coaque: Los restos que demuestran su existencia han sido encontrados sobre la costa ecuatoriana, en Cojimíes en el sur de Esmeraldas, y de Bahía a Caráquez en Manabí. Su herencia extensa sobre todo incluye pedazos en el metal, la piedra, la cáscara y la arcilla. Ellos sobresalieron en la producción de sellos cilíndricos con las cavidades que fueron usadas para la decoración de cuerpo y posiblemente también para el textil que imprime también se destacan. Estos contenedores acompañados de múltiples formas, con y sin pies, cuyas decoraciones complicadas sugieren ellos eran no sólo el utilitarista, pero también ceremoniales. Sus decoraciones fundieron figuras humanas con aquellos de animales, gatos con colmillos largos.
Sellos: Del Período de desarrollo Regional (500 B.C.E. - 500 A.C.E.) hacia adelante, la producción y el empleo de sellos, y sellos solían hacer decoraciones personales como tatuajes, fueron extendidos, y también quizás la decoración de textil. Hoy estos objetos son encontrados sobre todo sobre la costa norte, y a un más pequeño grado en las montañas. Ellos generalmente eran bañados de la pintura de verduras o sacada por mineral y luego imprimidos sobre superficies planas. Ellos fueron formados de la arcilla y esculpidos antes del proceso de tiroteo.
Bahía: La cultura fue localizada al sur de Provincia Manabí de hoy, con centros ceremoniales localizados a las islas de La Plata y Salango. Sus prácticas rituales, han representado en figuras fabricadas del metal, cáscaras, cerámica y piedra con objetivos evidentes ceremoniales, representando serpientes o figuras parecidas a una serpiente que revelan mitos Bahía y creencia. La cerámica Bahía que ha permanecido para la posteridad, con sus superficies pulidas, brillantes, proporciona los ejemplos de los avances tecnológicos alcanzados por los que los hicieron. También hemos desenterrado la cerámica de utilitarista, incluyendo ralladores en una variedad de formas, sobre todo en forma de pesca, que debe haber sido usado para moler la mandioca y otro alimento gracias obtenidas al nivel importante de agricultura desarrollada en esto.
Adornos personales
La gran cantidad de collares, pulseras, broches, y toques encontrados, entre muchos otros objetos usados para el adorno personal, muestra que los habitantes precolombinos de Ecuador fueron acostumbrados a la decoración de sus cuerpos con elementos distintivos tomados de la 25 naturaleza, incluyendo cáscaras, piedras preciosas, y piedras semipreciosas como esmeraldas, turquesa, el jade, serpeante, el cristal de roca, y lazulita. El spondylus o la cáscara de mullu eran uno de los materiales favoritos de los habitantes antiguos de Ecuador para hacer adornos personales ceremoniales, como, como se consideraba, era un símbolo de fertilidad. Hay dos tipos de spondylus sobre nuestras costas, princeps y calcifer, que considera para la variedad de colores rojos y de naranja encontrados en las profundidades del océano, en particular sobre las costas de Provincia Manabí.
Spondylus princeps es un color profundo rojo y tiene espinas grandes sobre su superficie. Esto vive sobre la Costa Pacífica en las profundidades de tres a sesenta metros, del Golfo de Guayaquil en el sur a las costas de Provincia Esmeraldas en el norte, así como en las áreas que rodean las islas de La Plata, Pelado y Salango en Manabí. Spondylus calcifer es un color violáceo rojo y vive en aguas más bajas que spondylus princeps, en un área que corre de las costas ecuatorianas en el sur al Golfo de California en el norte.
Continuamos con la siguiente sala donde podemos apreciar la fiesta del Corpus Cristi representada en la vestimenta y varios instrumentos musicales, aquí también encontramos adornos externos para las procesiones y pases que se realizan; Corpus Cristi es una fiesta religiosa católica, que celebra la Eucaristía y de acuerdo al calendario litúrgico, tiene lugar el jueves siguiente al primer domingo de Pentecostés. Según fuentes litúrgicas esta fecha coincide con las festividades del solciticio de verano, antes de la cosecha celebrada tanto por las tribus andinas aquí asentadas al momento de la conquista incaica como después de los mismo incas quienes tenían dos fiestas en esta misma época del año: la del Oncoy, a mediados de junio, dedicadas a las Pleyedades y la del Aucay Cuzqui Intirraymi o Fiesta del Sol.
Es un suponer entonces que, siendo originalmente unas fiestas eminentemente agrícolas, al igual que muchas otras, fue asimilada a una fecha litúrgica por la Iglesia Católica para facilitar la evangelización de los pueblos conquistadores. Esta adaptación llevo a incorporar en el rito cristiano del Corpus Cristi, muchos de los elementos propios de la celebración indígena. Es el caso, por ejemplo de los danzantes, quienes en un principio parecen hacer sido los hijos e hijas de la nobleza Inca y actualmente son los personajes más representativos de la fiesta y quienes acompañan al Prioste durante toda la celebración.
La referencia que sobre ellos existen desde la época colonial, siempre han sido particularmente espectaculares, en especial cuando se trata de su vestimenta, que hoy en día conserva gran suntuosidad y detalle en su elaboración. Algunos de los elementos ya sean por el materia  los diseños que utilizan, guardan mucha similitud con el vestido sacerdotal, lo que contribuye a otorgar mayor solemnidad a su presencia.
Para culminar en la última sala tenemos a Quito, Inmenso Taller Artístico donde apreciamos varias esculturas de diferentes santos, arcángeles de autor anónimo; aquí también encontramos vestimenta sacerdotal y adornos religiosos.
Tras la Conquista de los territorios del antiguo Reino de Quito, hecha a sangre y fuego, con la colocación. Dentro de la cosmovisión indígena el emplazamiento de Quito obedecía a razones religiosas y cosmogónicas. Los frailes que acompañaban a los conquistadores estructuraron la cuidad como el gran centro de evangelización desde el cual se iba a expandir el evangelio hacia los cuatro puntos cardinales. Quito fue entonces, ciudad santa par los indígenas, Cuidad de Dios para los españoles. Grandes monasterios y conventos fueron estructurando la urbe y los barrios. Las casonas de los Conquistadores conformaron las manzanas, primero las más próximas a la Plaza Mayor, luego se fueron expandiendo hacia el precinto de las montañas que rodean la fragosa cuenca en la que se ubicaba la ciudad.
Los franciscanos establecieron a medias del siglo XVI, la Escuela San Andres, dentro de su monasterio. En ella se formaron los primeros artífices y artesanos, artistas y maestros. Fueron los indígenas y los hijos de los caciques principales que levantaron las iglesias y conventos, los claustros, las camillas altares retablos mayores y todo lo que compete a las decoraciones de lis interiores de las iglesias.
Los templos fueron edificados sobre magníficos atrios. Las piedra de la cantera del Pichincha. Sirvió para sistemas las fachadas que además de su función arquitectónica y estructural constituyeron verdaderas lecciones de estética y teología.
Escultores, talladores, imagineros, doradores, plateros, espejeros, pintores y arquitectos conformaron los grandes obradores y talleres. Los gremios y las cofradías robustecidos por la riqueza de una sociedad ya estructurada con Audiencia, Obispado y Universidades, son los impulsos del inmenso taller en que se ha transformado la ciudad del siglo XVIII. La Escuela Quiteña está en obras que se hacen en la ciudad de Quito, sino que sus obras se exportan a muchos países de la región.
La Escuela Quiteña es a la unión simbiótica entre sus orígenes hispánicos y su encarnación mestiza. El arte quiteño fue esencialmente religioso, sirvió como elemento pedagógico pero, al mismo tiempo, es la expresión de la vocación estética del pueblo.
La escultura quiteña no tiene comparación desde el punto de vista de la técnica de los encarnes estofados, esgrafiados y policromías. Es una expresión de una cosmovisión nutrida por un hondo sentido religioso, estético y humano. (Museo Olga Fish, 2000)

Precios
Entrada Libre

Horarios
Lunes - Viernes: 09 a.m.-7 p.m.
Sábado: 09 a.m.-6 p.m.

Contactos
2541 315/2563 085

BIBLIOGRAFIA:
Tienda y Museo Olga Fisch, (2012). Sitio Activo: http://olgafisch.com/2015/03/27/olga-fisch-museum/